¿Cuándo y cómo surge “V de Viajeros”?. ¿Qué ofrece?

Somos una pareja que ha viajado a 60 países recopilando vivencias y capitalizando experiencias.
Durante nuestros viajes hemos documentado, fotografiado y filmado las diferentes realidades vividas.

V de viajeros nace como proyecto en julio del 2022 con la intención de escribir artículos en un blog, crear contenido con valor añadido y realizar asesorías personalizadas para el diseño de itinerarios de viajes con buenas prácticas de turismo sostenible.

Próximamente lanzaremos una tienda de productos de viaje confeccionados con material sostenible y una sección de fotografía temática: naturaleza y urbanismo.

V de Viajeros es el resultado más fiel de nuestra búsqueda personal y de nuestro propósito, de nuestro granito de arena para viajar mejor.

¿Cómo organizáis vuestro tiempo en los viajes, entre trayectos, teletrabajo, reportajes, redes sociales, …?

Cuando viajamos solemos dedicarnos a estar “conscientes” del viaje, es decir, buscamos que todas las tareas operativas asociadas al proyecto no nos afecten. Y es algo que hemos aprendido a base de esfuerzo y alguna que otra lección.

No se puede redactar un artículo, editar videos e imágenes, diseñar un reel creativo, subir historias, mantener una asesoría online, documentar, responder comentarios y correos, diseñar piezas publicitarias, realizar ajustes en la web, etc. todo al mismo tiempo.

Tenemos un calendario y nos organizamos para mantener asesorías online o escribir artículos solo cuando estamos en casa, reservamos días de “descanso digital” durante los viajes donde no subimos material, y priorizamos las tareas más necesarias. Durante los viajes solemos tomar apuntes de los destinos, filmar y fotografiar, y solo un pequeño porcentaje se retrabaja para compartir por redes.

El material lo editamos, trabajamos y perfeccionamos cuando el viaje finaliza y aprovechamos el hecho de que uno de nosotros se dedica a V de Viajeros de forma exclusiva.

Tenemos una responsabilidad a nivel individual a la hora de consumir servicios y productos turísticos y en nuestro comportamiento con el destino que visitamos. ¿Qué consejos o recomendaciones podrías dar a otras personas para hacer un turismo responsable?

Todos a la hora de viajar, y principalmente en la etapa de planificación, vamos tomando decisiones y muchas de ellas son mera repetición de conductas aprendidas en el pasado.

Pero la realidad es que en la mayoría de nuestros actos tenemos más opciones.
Para un turismo más responsable primero necesitamos pensar más, informarnos más, estar más conscientes y sensibles al impacto de lo que hacemos o dejamos de hacer.

Por ejemplo, el contacto con otras culturas se debe hacer con respeto. Se debe actuar como si estuviéramos en casa ajena, con humildad, madurez y prudencia.

Tampoco tenemos necesidad de presenciar ningún espectáculo de animales entrenados para satisfacernos, lo que constituye un claro ejemplo de maltrato y explotación. Ni monos ni camellos ni serpientes ni caballos ni delfines ni orcas nacieron con el propósito de divertirnos.

También es importante el respeto por la preservación de la naturaleza, intentar reducir la cantidad de traslados por viaje, la elección de medios de transporte más sostenibles como el tren o los vehículos eléctricos o híbridos, la reducción de plásticos de un solo uso, el cuidado de recursos naturales, el consumo de productos locales y la elección de hoteles con certificación de sostenibilidad.

Hemos desarrollado un ebook con 15 puntos que creemos indispensables para viajar responsablemente. Lo encontrarán en nuestra web.

Nuestra recomendación es que te preguntes ante cada decisión: ¿existen alternativas más sostenibles y responsables? Así podremos elegir mejor, y sumar granitos de arena.

De los destinos que habéis visitado hasta ahora, ¿cuál es el que más os ha impresionado?

Nos hemos impresionado en varios destinos, muy diferentes entre ellos, pero nos quedaríamos con estos dos.

Islandia ha sido un país que nos ha dejado prácticamente en shock.

Habernos sumergido entre placas tectónicas, ver el contraste de blancos icebergs en impactantes playas negras, caminar entre glaciares y cascadas enormes, subir a cráteres de volcanes, sentir la presión y temperatura de los géiseres, presenciar la violencia del oleaje del Atlántico norte y dormir entre auroras boreales han sido las experiencias naturales más impresionantes de nuestras vidas.

Si consideramos las ciudades y la cultura, diríamos que el lugar más impresionante en el que hemos estado fue Varanasi, en la India.

Este lugar en concreto es tan especial que no llegas a asimilar todo lo que sucede a tu alrededor hasta unos días después.

Hemos presenciado un ritual de cremación y la “entrega” de restos humanos ante el río sagrado Ganges.
Estamos ante la visibilidad de la muerte, día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto.

Perros comiendo restos humanos entre basura, vacas comiendo las flores de los cortejos, suciedad, el humo que se eleva, varios cadáveres ardiendo simultáneamente en piras funerarias, sándalo para neutralizar olores, más ruido, más leña y más fuego.

El ritual hindú es tan crudo, real e impresionante que acabarás recordando cada minuto el resto de tu vida, como si esos momentos fueran reflejo de otra Era de la humanidad.

¿Alguna anécdota sorprendente de vuestros viajes que se pueda contar?

Nos quedan algunos recuerdos que para nosotros son anécdotas.

En una isla de Maldivas abrieron el aeropuerto para nuestro vuelo. Cuando llegamos con nuestro equipaje, el aeropuerto estaba cerrado y unos minutos después llegó una pequeña moto por una calle de tierra, bajó un hombre y abrió el candado como si fuera la puerta de su casa.

En Palestina estuvimos en medio de enfrentamientos con piedras y balas de goma entre cisjordanos y guardias de frontera israelíes.

Nosotros debíamos pasar esa frontera, y así lo hicimos a toda velocidad en una van turística entre piedras, palestinos con la cara cubierta y una columna de humo negro de ruedas quemadas que se elevaba tras el muro que divide Jerusalén. Donald Trump había anunciado ese día que quería trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, y los palestinos estaban protestando.

Otra anécdota que siempre recordamos fue un viaje de ida y vuelta que hicimos entre Buenos Aires y Río de Janeiro para presenciar la final de la Copa del Mundo de futbol en 2014, sin haber vuelos disponibles. Tomamos la decisión de ir en bus impulsivamente unas 3 horas antes de la salida, así que salimos del trabajo, fuimos rápido por ropa, pedimos vacaciones apresuradamente y casi sin pensar, partimos.

Estuvimos arriba del bus 3 días para ir y otros 3 días para volver, sin aire acondicionado. El bus tuvo muchas averías y llegamos con mucho retraso. Luego dormimos en una terraza de un hotel, donde funcionaba el restaurante, porque no había habitaciones en la ciudad ante tal masa de gente. Nos despertamos con la gente desayunando a nuestro alrededor. Solo estuvimos 24 horas en Río y para colmo, Argentina perdió esa final. No podría haber sido peor, pero aun así, valió la pena.

¿Cuál será vuestro próximo viaje?

Antes del verano tenemos pensado hacer una escapada a las bodegas de la Rioja y luego unos días a los pueblos de Cotswolds, en Inglaterra.

En Verano visitaremos la isla de Zakynthos y pasaremos por Atenas, Sarajevo y Mostar, estos dos últimos en Bosnia.

¿Qué es para Seba y Xime el turismo sostenible?

No definiríamos al turismo sostenible como una tipología de turismo, pero sí como dos conceptos: una visión y un cambio cultural.

De la misma forma que el mundo necesita una alimentación sostenible, una moda sostenible, una producción sostenible o una movilidad sostenible, el turismo también tiene la visión de adaptarse completamente a prácticas que no destruyan los ecosistemas para generaciones futuras.

Durante los últimos 50 años, el turismo ha crecido y se ha establecido como uno de los principales sectores de la economía de los países. Pero fue, lamentablemente, a costa de excesiva erosión y daño a zonas naturales y desprotección de las economías locales: el turista no está educado en preservar.

El turismo sostenible es aquel que vela por la preservación del medioambiente, el fortalecimiento de las economías locales y la protección de la diversidad cultural.

A día de hoy, sería prudente y realista enmarcarnos en la búsqueda de un “turismo más sostenible” que “turismo sostenible”, ya que consideraríamos turismo sostenible aquel que no tiene ningún impacto negativo, y aún estamos en etapas más tempranas.

La presión de la sociedad hacia una mayor sostenibilidad se ha manifestado más en la alimentación o en la movilidad, pero menos en el turismo, y debemos dar un paso adelante.

El aumento de esta presión y sensibilidad de los viajeros impulsará la demanda de alojamientos más sostenibles, combustibles sintéticos, disponibilidad de más trenes, así como el rechazo a plásticos de un solo uso o la condena de prácticas explotadoras de animales, entre otras.

El turismo sostenible, podemos definir entonces, podría tratarse también del cambio cultural necesario en el sector, y esto lo construimos entre todos.