¿Cómo nace el proyecto «Ecohotel Posta de Purmamarca»?

Pasé la infancia en mi provincia natal Jujuy -norte de Argentina- y en la adolescencia tuve la oportunidad de realizar un intercambio estudiantil en Alemania, durante 1 año. Aprendí el idioma y tomé la decisión de estudiar más tarde el Traductorado Público en la ciudad de Córdoba (Arg).

A los 25 años perdí a mis padres, volví a mi pueblo y tuve que optar entre continuar con mi vida profesional o hacerme cargo del emprendimiento turístico que ellos habían empezado poco tiempo atrás.

Resolví entonces apostar a esta herencia familiar, incorporando todos los conocimientos que había adquirido en el transcurso de mi carrera y mis viajes, conjugándolos con la impronta cultural que también era parte de mi formación como persona.

Y aquí estoy 17 años después, enamorada de la actividad turística, promoviendo el turismo sostenible; entusiasmada y soñando siempre con nuevos proyectos en mi empresa.

Así pasamos de ser un hostal familiar a un Ecohotel certificado.
Uno de vuestros lemas es: «arquitectura sustentable para un destino sustentable».

Háblanos un poco de vuestro destino y cómo habéis utilizado la arquitectura para adaptaros al entorno.

El hermoso pueblo donde trabajamos -Purmamarca- es para nosotros, fuente de inspiración constante por la belleza de sus paisajes y su extraordinaria riqueza cultural. Fue declarado “Lugar Histórico” en 1975 y probablemente sea el pueblo más pintoresco de la Quebrada de Humahuaca; Patrimonio de la Humanidad desde el año 2003.

Toda el área posee gran valor ambiental, pero al mismo tiempo es demasiado frágil, lo que nos compromete a vivir y trabajar de manera responsable para preservar este legado.

A partir de la creación de nuestro emprendimiento (año 2000), la familia decidió tomar el rumbo de construir y trabajar en sintonía con el entorno, un concepto muy ligado a nuestra propia cultura de respeto a la Madre Tierra y acorde a los valores con los que habíamos vivido siempre.

Al heredar el hotel busqué seguir mejorando y transformando la empresa bajo estos parámetros y por ello, todos los proyectos arquitectónicos de renovación o construcción mantuvieron la identidad que habíamos decidido darle al negocio.

Sabemos que el impacto de las edificaciones en el ambiente y las comunidades es considerable y que los edificios son uno de los grandes responsables de las emisiones de efecto invernadero; por ello es primordial trabajar en obras que apunten a generar sistemas constructivos cada vez más eficientes y con mejor desempeño.

Con esta premisa, en 2020, logramos finalizar una gran ampliación de las instalaciones largamente anhelada y con una fuerte inversión; donde se mantuvieron y rescataron técnicas ancestrales, se incorporó tecnología de vanguardia y procesos basados en la economía circular.

Este Proyecto se convirtió en el mayor desafío constructivo desde la creación del Hotel, siendo hoy el emblema y un resultado tangible de la gestión de tantos años de la empresa, con un claro sentido de desarrollo sostenible del negocio y del destino, amalgamando innovación, tradición y confort.

En relación con la situación mundial que hemos vivido, ¿cómo crees que ha influido la pandemia en los hábitos de los turistas?.

En cuanto a nuestro público, nos visitan tanto turistas nacionales como internacionales, de todas las latitudes.

Muchos de ellos -cada vez más y sobre todo después de la pandemia- buscan conscientemente alternativas «verdes» para sus vacaciones, además de buena ubicación, seguridad y comodidad.

La demanda de productos y servicios respetuosos con el medio ambiente y las comunidades, con un contacto más estrecho con la naturaleza y las personas, se acrecentó en el último tiempo y según estimaciones, no dejará de aumentar en los próximos años.

Después de la pandemia notamos una necesidad imperiosa de salir al aire libre, buscar destinos vírgenes o más conservados, respirar aire puro y volver a lo natural y menos masivo.

Hubo un auge increíble del turismo de cercanía y una revalorización de los hábitats propios y las experiencias rurales. Hay una necesidad de volver al origen, salir de la ciudad y conectar con lo auténtico y primigenio.

Habéis planteado un concepto diferente de alojamiento. ¿Con qué nos encontraremos si nos alojamos en vuestro Ecohotel?

Nuestro Ecohotel busca brindar una experiencia enriquecedora y memorable que invite al huésped a apreciar y valorar la oportunidad de encontrarse en un sitio único como Purmamarca y querer regresar más de una vez.

Cada decisión y cada espacio de nuestro Ecohotel reflejan nuestra identidad quebradeña y el amor y orgullo que sentimos por nuestra tierra. Por lo tanto, notarán que las instalaciones se mimetizan con la naturaleza, ponen en valor nuestra herencia cultural pero sin renunciar al confort y a lo que se espera de un servicio de hostelería de alta calidad.

Encontrarán rincones acogedores y tranquilos, un enorme jardín con especies autóctonas, oferta de productos locales y artesanales como así también un equipo sumamente comprometido con el Turismo Sostenible y la amable atención a quienes nos visitan.

Además, las habitaciones independientes del hotel y todos los espacios comunes, invitan a extasiarse con la vista de las montañas y sobre todo de la más famosa: el Cerro de Siete Colores, que es el telón de fondo de nuestro emprendimiento.

Estamos en el corazón de la Quebrada de Humahuaca, a tan sólo 4 cuadras de la plaza central y del casco histórico de Purmamarca.

Una ubicación privilegiada, que permite al visitante moverse a pie de manera segura por el pueblo o acceder fácilmente al transporte público y a las rutas más importantes que conectan los circuitos turísticos de la zona.

¿Nos puedes contar algo sobre la Política de Sustentabilidad de vuestro Ecohotel?

Entendemos el éxito empresarial como el esfuerzo constante y sostenido por acercarnos a un equilibrio armónico entre el desarrollo económico, el bienestar social y la preservación del ambiente.

Hoy nuestra Política de Sustentabilidad se encuentra alineada a los Objetivos del Desarrollo Sostenible, aunque desde los inicios tuvimos en cuenta las consideraciones socio-ambientales en la toma de decisiones a todo nivel, para minimizar los impactos negativos y maximizar los impactos positivos de nuestras operaciones.

Somos conscientes de que vivimos y trabajamos en un lugar privilegiado desde todo punto de vista, que si se cuida y se preserva, ayudará al progreso de la comunidad en su conjunto.

A menudo nos llegan iniciativas valiosas que tratamos de desarrollar junto a instituciones y referentes del lugar.  También nos interesamos en las inquietudes de los lugareños y organizaciones que funcionan aquí para tratar de unir esfuerzos y satisfacer necesidades de grupos que trabajan por el bienestar de todos.

Internamente contamos, por ejemplo, con un programa de ahorro y uso eficiente de recursos que hace hincapié sobre todo a la concientización, cambio de hábitos y a la adquisición de productos y servicios que reduzcan el consumo y eviten el derroche.

También se gestionan el 75% de los residuos con la mirada puesta en la economía circular y con estrecha relación con nuestra política de compras basada en el comercio justo y el consumo responsable.

La edificación sigue normas de construcción sustentable, la decoración es cuidadosamente elegida y pensada: telas artesanales u orgánicas, materiales nobles y de producción local; muebles y objetos de artistas locales o restaurados con creatividad y encanto.

La mayoría de nuestros colaboradores son oriundos de la región y el 60% mujeres. Brindamos a la población local la oportunidad de trabajar en nuestra empresa, aunque carezcan en un comienzo de conocimientos específicos referidos al sector turístico.

Desde 2018 implementamos programas de entrenamiento laboral para impulsar la empleabilidad de grupos vulnerables. También llevamos adelante desde hace varios años la sensibilización y concientización de los colaboradores y otros actores del turismo en el trato hacia las personas con discapacidad o alguna dificultad permanente o temporal, para que se sientan bienvenidos y seguros en nuestras instalaciones y en la comunidad.

Sabemos que la consolidación de la sustentabilidad económica, social y ambiental en la gestión de los negocios implica, sin dudas, un proceso de permanente cambio y mejora que asumimos de manera gradual, progresiva e integral. Esto es lo que nos desafía y apasiona. Y le ponemos todo el corazón la tarea.

¿En qué medida crees que el turismo sostenible fomenta la valoración del patrimonio natural y cultural de vuestra zona?

Los viajeros están cada vez más preocupados por el ambiente y por las comunidades que visitan, se muestran interesados en conocer más en profundidad la realidad del lugar y están atentos a cómo actuar.

Escuchamos con atención sus inquietudes y nos tomamos muy en serio las sugerencias.

Por nuestra parte, compartimos información con los huéspedes sobre la infinita riqueza y belleza de nuestra región, poniendo énfasis en la importancia de cuidar este tesoro invaluable. Creemos que tenemos la responsabilidad como parte del destino, de informar, contagiar buenas prácticas, hacer recomendaciones y fomentar el conocimiento y el respeto hacia la comunidad local y la naturaleza.

Por eso, también cooperamos con otros actores del turismo, para que compartan con el turista todas las expresiones de nuestro rico patrimonio y muestren como protegerlo.

Somos un equipo que día a día trabaja para que tanto huéspedes como anfitriones disfruten de nuestro lugar y se sientan a gusto en este pintoresco pueblo quebradeño, en una convivencia sana, rica y equitativa para todos.

¿Qué es para Lucy Vilte el turismo sostenible?.

Hoy en día es cada vez más urgente e indispensable asumir un compromiso de cambio y ayuda frente a los problemas de nuestra sociedad y el planeta.

Para mí, el turismo sostenible es una de las tantas maneras que tenemos como personas, para ayudar a cambiar paradigmas, promover la paz, el entendimiento entre las personas y el amor hacia nuestra madre-tierra.

En el ámbito mundial, el turismo es uno de los sectores económicos más importantes y con mayores tasas de crecimiento de los últimos años. Creo que esta industria puede ser una valiosa fuente de recursos que ayude al progreso de la comunidad y la preservación de los espacios naturales, si se lo controla para que redunde en beneficio del que llega y del que está.

Estamos convencidos de que la actividad económica y socio-ambiental de nuestra Pyme puede inspirar a otros para comenzar a actuar, a comprometerse, a generar conciencia sobre la importancia un mundo sostenible y en la necesidad de trabajar en la Agenda2030.

Sabemos que ninguna idea, acción, programa o iniciativa estará completa sino la comunicamos, la difundimos, sino contagiamos a otros y compartimos el trabajo realizado y generamos alianzas para el cambio.

De eso se trata el Turismo sostenible, de una gran oportunidad para el compromiso y la acción.