¿Qué es el turismo comunitario?

Empecemos diciendo que no es, el turismo comunitario no es una tipología de turismo, como el turismo de aventura, naturaleza o cultura, tampoco una forma de comercialización o de marketing, más bien es una forma de hacer turismo, y es quizás la que a mi más me agrada como profesional en el área, pues le permite a comunidades, usualmente, abandonadas por el Estado, con múltiples desigualdades pero con tesoros maravillosos en su territorio, autogestionar y contar con herramientas de gobernanza que le permiten cerrar esas brechas de desigualdad por las que pasan.

Es así pues, que el turismo comunitario, es la oferta de bienes y servicios turísticos, desde la base, desde el productor agrícola, desde el intérprete local, desde el pequeño emprendedor, que se ha organizado para brindar estos servicios, pero que además busca desde esta actividad económica tres cosas fundamentales, la primera cerrar las brechas de desigualdad a las que ha estado enfrentado, la segunda, conservar y proteger la riqueza cultural y natural que ofrece mediante el turismo y una tercera es que puede encontrar en el turismo una fuente económica adicional sin perder sus actividades tradicionales.

Es por ello Juan Luis, que muchas de las experiencias ofrecidas en el turismo comunitario tienen que ver con el campo, con las tradiciones culturales y/o con el ecoturismo.

En resumen, son las actividades planificadas, gestionadas y operadas desde la comunidad local, desde la base.

¿Cuál es el perfil medio del turista comunitario?

Sin duda alguna debe ser un visitante sensible y empático, presto para conectar y comprender características comunes de este tipo de oferta, pues no es usual encontrar resorts o comodidades de un All Inclusive en esta oferta de turismo, debe estar más bien dispuesto a experiencias autenticas gestionadas desde la comunidad, sin creer pues que esto implique pasar incomodidades u obtener servicios de mala calidad.

¿Cuáles son los objetivos de desarrollo sostenible que se promueven desde el turismo comunitario?

Juan Luis, pues yo creo que a la mayoría de ellos, he visto y conocido experiencias de turismo comunitario que cierran brechas de pobreza, hambre o desigualdades, pues al ser la comunidad la que gestiona su territorio y su recurso turístico es ella quien obtiene los beneficios directos de la actividad, es decir aquí no son empleados de una gran cadena hotelera, tampoco la tienen, claro, pero sí son los dueños de una posada turística, de un alojamiento rural o hacen parte de las dinámicas y los beneficios de contar con un espacio común para la prestación de un servicio.

Es decir, el hecho de que la cadena de intermediación aquí sea más corta permite recibir mayores retribuciones y no solo económicas sino también el contacto directo con el visitante y el intercambio cultural que allí se genera.

Por otro lado, he conocido como comunidades organizadas que han construido escuelas, acueductos veredales o arreglado carreteras con los beneficios económicos del turismo.

O que decir de los impactos positivos que genera en los espacios naturales que un área sea administrada por la comunidad local, ellos que son los guardianes y conocedores del territorio son los capaces de generar acciones de vida en los ecosistemas o de acción por el clima.

¿Cómo es la zona de San Jose del Guaviare, en Colombia? ¿Podrías describirla brevemente desde el punto de vista ambiental, social y económico?

San José del Guaviare es la ciudad capital del departamento del Guaviare, un terruño ubicado al suroriente de Colombia, aquí finalizan los llanos orientales, una zona seca y de sabanas naturales e inicia la Amazonía colombiana, la selva húmeda tropical, el pulmón del mundo, que además aquí encontramos la parte más occidental del Escudo Guayanés, la formación rocosa más antigua del planeta que nace en las Guayanas Francesas, estas tres características hacen que este territorio sea único en el mundo, así como la fauna y flora presente en el territorio.

Guaviare es también, la casa del Parque Nacional Natural Serranía del Chiribiquete, patrimonio mixto mundial de la humanidad, que, junto con la Serranía de La Lindosa, forman lugares únicos de formaciones rocosas y pinturas rupestres de entre 12.000 y 18.000 años.

Este territorio estuvo por años reservado debido al conflicto armado que para nadie es un secreto existía en el territorio, pero gracias a los acuerdos de paz del 2016 hoy es posible conocer los tesoros naturales y culturales de este territorio.

¿Qué es la La Asociación Fantasías de Cerro Azul, Puerta de Chiribiquete?, ¿cuál es su objetivo principal?

La Asociación Fantasías de Cerro Azul, Puerta de Chiribiquete es una organización comunitaria, dedicada a la prestación de servicios turísticos en la vereda Cerro Azul, donde se encuentra uno de los lugares con arte rupestre que hace parte del área arqueológica protegida de la Serranía de La Lindosa, allí las familias de esta vereda se han organizado para ofrecer a los visitantes una experiencia autentica de turismo comunitario con intérpretes locales que resguardan y protegen este territorio sagrado para comunidades de antepasados que allí habitaron, con magnificas cualidades naturales como las ya mencionadas.

Allí el visitante puede disfrutar de recorridos guiados en Cerro Azul, cocina local y de conocer cualquiera de los otros hermosos paisajes que ofrece San José del Guaviare, articulado con una agencia de viajes local.

La Asociación Fantasías de Cerro Azul cuida de las pinturas rupestres, pero también de la selva amazónica hogar de la danta y el jaguar.

¿Cuáles son los principales roles de los miembros de esta Asociación?

La asociación se ha organizado para brindar experiencias en el que todos sus miembros tienen roles en estas actividades, hay intérpretes locales, cocineras locales, y líderes dedicados a la operación, coordinación y comercialización de las pinturas rupestres de Cerro Azul.

¿Qué es para Julieth Angelica Vargas el turismo sostenible?

Es el compromiso que tenemos todos los viajeros y los que ofrecemos experiencias turísticas para con el territorio que visitamos.

Es la posibilidad de generar un impacto positivo económico, ambiental y socio cultural mientras viajamos, pero además es la posibilidad de que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de lo que hoy nosotros disfrutamos.

Es, sin duda alguna una obligación para con nosotros, el territorio y las futuras generaciones.