Ocupas actualmente la dirección del Área de Turismo del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible. Háblanos un poco sobre sus principales funciones.

Desde el Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible de la Universidad Autónoma de Chile, estamos trabajando en generar procesos de planificación y gestión de Destinos Turísticos Emergentes, desde una perspectiva local, centrándonos en las personas y sus vocaciones productivas, promoviendo el Desarrollo Local.

En particular mi función se ha centrado en ligar el rol de la academia en el desarrollo de los territorios, vinculando las nuevas tendencias del turismo y las realidades locales.

Además de participar activamente en la formación de alumnos de postgrado con nuestro Magister en Patrimonio y Turismo.

¿Cuál es el papel de la educación en el proceso de transición hacia la sostenibilidad?

El Papel de la educación y de la academia en particular se constituye en fundamental como un promotor de la sostenibilidad, no solo desde lo teórico sino también en evidenciar las practicas de sostenibilidad que hay en diversos campos de la sociedad actual lo que permite a las personas y las comunidades conocer acciones concretas, apuntando a generar cambios e impactos en nuestra vida diaria.

También la educación tiene un rol clave en hacer que la sostenibilidad no solo sea un concepto sino una forma de abordar esta nueva era pospandemia y de emergencia climática.

En este tiempo que estamos viviendo, de sucesivas crisis, ¿a quién le toca liderar la recuperación del sector turístico (administración, empresa, universidad, …)?

En el actual escenario el liderazgo debe enfocarse en todos los actores del sector turístico, siempre desde el rol que le toca ejercer a cada uno, todos son importantes.

Desde la administración su rol será vital en la generación de lineamientos, instrumentos y acciones que permitan que el sector turístico se transforme en una actividad resiliente y que sea capaz de adaptarse a los nuevos escenarios.

Desde el mundo empresarial su rol será el incorporar nuevas visiones, innovación, junto con generar redes y alianzas entre los diversos sub sectores de la industria turística.

La Academia debe cumplir un rol importante en generar instancias que promuevan la generación de redes de mejora en la gestión, además de facilitar el proceso de participación y planificación activa en esta nueva etapa del turismo.

¿Cómo crees que la preparación actual del alumnado en temas de turismo sostenible puede ayudar, en futuras crisis sanitarias, a disminuir el impacto negativo en los profesionales?

La pandemia del COVID 19 presentó un efecto de vulnerabilidad adquirida al actual paradigma de desarrollo de la actividad turística a lo largo del planeta, ya que el turismo venía siendo un sector de constante crecimiento y expansión a nivel local e internacional, pero que la pandemia freno en seco.

La actualización de herramientas en la generación, desarrollo y evaluación de emprendimientos de turismo, más la aplicación de conceptos de sostenibilidad, que den un marco no solo legal, social y ambiental sino también una marca que respalde la calidad del turismo es altamente necesaria para los profesionales del área.

¿En qué medida crees que el turismo sostenible fomenta la valoración del patrimonio cultural, material e inmaterial?

El turismo, a diferencia de otros sectores económicos, posee el gran potencial de dinamizar el desarrollo de un territorio, no tan solo a través de áreas tan reconocidas como la hotelería, la gastronomía, las agencias de turismo, entre otras, sino también con elementos identitarios, paisajísticos, artísticos e históricos, tales como las artesanías, la arqueología, museos, monumentos, arquitectura, historia y el patrimonio cultural local.

En función a la rica diversidad cultural, histórica, paisajística y social se hace evidente, la valorización de la identidad y el patrimonio cultural como uno de los caminos virtuosos a potenciar por la industria turística.

Esto considera valores tangibles e intangibles que acumulan los elementos patrimoniales y que conservan su carga histórica, su identidad, cultura y cosmovisión.

Las lecciones aprendidas durante el manejo de la pandemia nos deberían servir como ejemplo para mejorar la gestión futura de este tipo de desastres.

En este proceso son vitales la generación de nuevos emprendimientos y mejor gestión para restaurar el sector turismo y así fortalecer la economía y el empleo, aunado con aumento del interés del público, presentando nuevas oportunidades de desarrollo y que garantice la recuperación a largo plazo y el crecimiento futuro considerando factores de resiliencia y de sostenibilidad.

Finalmente hay que destacar que el turismo es un excelente vehículo de desarrollo ya que involucra personas de muchas naciones, trayectorias, costumbres y condición económica que pueden ser sensibilizadas de manera importante al tener experiencias vivenciales que les inducen al cambio.

Al mismo tiempo, involucra territorios y su gente, que no solo pueden recibir recursos económicos y trabajo, pueden modificar sus propios comportamientos para colaborar en un verdadero desarrollo local.

¿Cómo puede saber un/a turista que un viaje es sostenible?

Un viaje sostenible debe ser reconocido más que un viaje verde, más bien un viaje que articule las comunidades locales con sus historias, sabores, colores y cultura.

Siempre pensando en que esta articulación genere mejora en la calidad de vida de esas comunidades.

Además que el turista debe ser consciente de estos aspectos, vinculándose más de lo humano que desde solo una prestación de servicios.

¿Qué es para Fernando Oyarce el turismo sostenible?

El turismo sostenible no es solo un tipo de turismo, sino más bien una concepción distinta de hacer turismo.

Es algo asi como un estilo de vida, que nos invita a un gran desafío, orientado a mejorar la competitividad del sector, conservando los recursos naturales, respetando la autenticidad sociocultural de las comunidades locales y contribuyendo a la prosperidad y bienestar de las personas, los cuales deben ser considerados en la oferta de productos y destinos turísticos de un territorio que quiera ser reconocido en el ámbito del turismo sostenible.