Delia Rodríguez-Oroz: buscamos que el geoturista no solo disfrute de la huella de la geología, sino que además deje una huella positiva en la comunidad.
CEO Fundadora de ARGEO geología, turismo y sociedad | España.
Delia es Geóloga y Doctora en Ciencias, Máster en Formación del Profesorado y Guía de ruta.
Ha trabajado como profesora e investigadora en la Universidad de Navarra en España y Universidades de Andrés Bello y del Desarrollo en Chile.
Autora de numerosos artículos científicos sobre geología, medio ambiente y educación, también ha desarrollado trabajos de divulgación científica y turismo geológico.
Actualmente reside en España, donde es CEO Fundadora de ARGEO, consultoría especializada en desarrollo de proyectos y programas innovadores de turismo, formación y servicios geológicos.
Aventurera y amante de la naturaleza, quiere democratizar la geología y acercar su disfrute aportando valor y un legado a las futuras generaciones.
¿Qué es el geoturismo?
Existen muchas definiciones de geoturismo, pero me gusta usar mi propia definición. Para mí, el geoturismo es “la herencia de la Madre Tierra que podemos conocer e interpretar a través de la geología”. Creo que es una forma sencilla y bonita de definirlo.
Pero debemos desarrollar más el concepto para que sea bien entendido, pues mucha gente no está muy familiarizada.
El geoturismo es una experiencia basada en la geología y el paisaje que permite viajar en el espacio y en el tiempo disfrutando del entorno natural actual, de los procesos y climas que lo modelaron en el pasado y descubrir el origen de la vida, la evolución de la Tierra y de nuestra sociedad.
Es una experiencia que se complementa con un sentido o intención, pues el geoturismo busca mantener o mejorar el entorno, desde un enfoque holístico de la cultura, la estética, el patrimonio y el bienestar de los residentes y visitantes de una determinada región.
En los proyectos que desarrollamos en ARGEO, buscamos que el geoturista no solo disfrute de la huella de la geología, sino que además deje una huella positiva en la comunidad.
Proponemos proyectos geoturísticos que revalorizan la geología como un legado de la Tierra que además de un valor intrínseco tiene un valor científico, ecológico y cultural que debemos transmitir a la sociedad y las futuras generaciones.
Rescatamos esa memoria, a veces olvidada, de la geología como base los sistemas productivos que han sido eje del desarrollo de las civilizaciones y la reinventamos mostrando sus interacciones con la cultura, la identidad de los pueblos y su entorno natural, interacciones que permiten desarrollar nuevos productos turísticos y actividades que promueven el desarrollo local.
¿En qué zonas está más desarrollado el geoturismo?
Si pensamos en geoturismo a lo grande, es decir, en geoparques, no cabe duda de que China y Europa son las zonas que mayor desarrollo tienen.
Pero España, es el segundo país del mundo en número de geoparques, por lo que podemos decir que estamos a la cabeza de Europa en geodiversidad y en desarrollo de turismo geocientífico. En total España cuenta con 15 Geoparques declarados por la Unesco, 2 en las Islas Canarias y 13 en la península distribuidos entre las comunidades de Andalucía, Aragón, País Vasco, Extremadura, Cataluña, Castilla – La Mancha y Castilla y León y Galicia.
Sin embargo, y a pesar de que es posible realizar turismo geológico en todos los territorios sin necesidad del nombramiento de la figura de geoparques, son pocas las iniciativas que surgen por parte de las administraciones públicas o del sector turístico privado fuera de estos territorios.
En este sentido, creo que es imprescindible que los geólogos salgamos de nuestra zona de confort y que comencemos a hablar de geología con y para todos los públicos.
Tal vez este sea el primer paso para que cuando salgamos de vacaciones, además de tener la posibilidad de realizar visitas guiada para conocer la historia de una ciudad o una actividad relacionada con el vino o el deporte de aventura, también podamos tener la posibilidad de conocer los organismos vivos que habitaron esa zona en el pasado, cómo ha ido cambiando el clima y el paisaje o relacionar el patrimonio minero con la cultura y el desarrollo social.
¿Qué se necesita para que un lugar sea reconocido como Global Geosite?
Antes de nada debemos tener claro que los Global Geosites son los lugares de interés geológico internacional seleccionados y propuestos por un país como candidatos a representar el patrimonio geológico de la Tierra.
La selección se realiza atendiendo a unos contextos geológicos regionales, tectónicos o de otra naturaleza que representen un evento de la historia de la Tierra de relevancia mundial.
Por tanto, el primer paso para que un lugar sea reconocido como Global Geosite es que el país cuente con un inventario de lugares de interés geológico (LIGs) que puedan ser seleccionados y propuestos dentro un contexto de trascendencia geológica internacional.
El segundo paso es que los LIGs propuestos sean reconocidos como Geosites y formen parte del Proyecto Global Geosites (Global Geosites Project), promovido por la Asociación europea para la Conservación del Patrimonio geológico (ProGEO) y la Unión Internacional de las Ciencias Geológicas (IUGS) y apoyados por la UNESCO.
En España, el inventario de LIGs lo realiza el Instituto Geológico Minero de España en colaboración con la Sociedad Geológica de España. En él se reconocen, en diferentes contextos geológicos, 252 Global Geosites entre los que se encuentran algunos popularmente conocidos como el Teide en Tenerife, la Cueva de Amutxate en Navarra o las Minas de Rio Tinto en Andalucía.
¿Cómo puede un producto turístico basado en la geodiversidad ayudar al desarrollo rural sostenible de una zona?
En el año 1972 la UNESCO incluyó la geodiversidad como uno de los elementos de protección del patrimonio ya que proporciona riqueza y diversidad a los territorios.
Por tanto, la geodiversidad es un recurso patrimonial con un alto valor natural al que se pueden unir otros añadidos de su uso y gestión.
De una manera u otra, estamos histórica y culturalmente ligados a la geodiversidad del territorio en el que vivimos pues ésta proporciona bienes y recursos que transformados en servicios que diversifican las posibilidades de desarrollo rural y suponen una excelente alternativa enfocada en las nuevas tendencias turísticas que requieren productos y alternativas al turismo tradicional del sol y playa.
La geodiversidad aporta un sentido de pertenencia a una tierra de paisajes naturales y culturas únicas que agrupa un territorio con un relato común que puede articularse y reforzarse para ofrecer un turismo de proximidad diversificado, desestacionalizado y con una distribución de la renta turística desconcentrada.
El geoturismo tiene un amplio margen de desarrollo prácticamente en toda España y no solo en aquellas zonas que son geológicamente importantes o ya hayan sido declaradas Geoparques por la Unesco.
En particular, creo que el geoturismo cobra importancia como recurso en zonas rurales donde nos ofrece una oportunidad única que permite dar un impulso al sector turístico hacia la innovación, diversificación y mejora de la oferta y las experiencias sostenibles.
Además, en muchas zonas del país el geoturismo permite desarrollar una estrategia que fomente un turismo regenerativo que puede revertir muchos impactos negativos generados por la industria extractivista y la minería.
En España tenemos muy buenos ejemplos de ello, como es el caso de las Médulas o de Rio Tinto, dos casos muy diferentes que han sabido regenerar los impactos negativos que ha dejado el hombre en el territorio.
Además, en ARGEO creemos que para maximizar el aporte del geoturismo al desarrollo sostenible de una zona es imprescindible desarrollar campañas de sensibilización y formación específica e incorporar a la observación de la geodiversidad nuevas tecnologías como aliadas al uso sostenible e inclusivo de los recursos geo patrimoniales.
La digitalización y profesionalización del sector turístico favorece la observación y comprensión de la geología, comúnmente dificultado por las escalas que abarca y además facilita el acercamiento y disminución del impacto de los turistas, especialmente en aquellos lugares de difícil acceso o que son vulnerables.
De los destinos de turismo geológico que has visitado, ¿cuál es el que más te ha impresionado?
Es una pregunta muy difícil pues desde pequeña me han impresionado muchos paisajes y han captado mi atención.
Me extrañaban las diferencias que había dentro de un mismo territorio como era Navarra y las similitudes que establecía con paisajes de otras provincias que eran bien lejanas.
Recuerdo la primera vez que fui con el colegio al macizo de Larra-Belagua, en el valle navarro del Roncal. Me sorprendió que la roca estuviera llena de surcos (lapiaces) y profundas grietas (simas). Allí, en una de las formaciones kársticas más extensas de Europa, descubrí que las rocas se disuelven con el agua, algo que jamás se me había pasado por la cabeza.
También recuerdo un viaje de familia a Yellowstone, un lugar completamente mágico tapizado de colores amarillos, rojos y turquesas que se extienden a lo largo de un territorio de gran geodiversida formada por géiseres, montañas, lagos, ríos y cascadas.
Es un lugar único que forma parte activa de un punto caliente que se encuentra en el sistema volcánico más grande de América del Norte y segundo del mundo.
Pero si me tengo que quedar con un destino elijo las cañadas del Teide, porque fue el primer lugar en el que la geología desbordó mi imaginación y supuso un punto de inflexión en mi vida y carrera. Quedé tan impactada y con tan pocas respuestas a lo que mis ojos observaban que decidí estudiar geología.
¿Qué busca un/a turista sensibilizado con la geodiversidad en una experiencia de geoturismo?
Cada persona es un mundo, pero creo que algo que nos une a todos los geoturistas es la curiosidad y el amor por la naturaleza.
En general, el geoturista es una persona que busca disfrutar del relato de millones de años que nos cuenta la geología a través de sus rocas, fósiles, paisajes y legado cultural.
Es consciente de la importancia del tiempo, de los recursos naturales y de la huella del ser humano en nuestro planeta por lo que busca un turismo controlado que aporte valor a las comunidades locales y ayude a la conservación de los ecosistemas.
El geoturista es un aventurero curioso con ansía de conocimiento. Quiere aprender del lugar y de los lugareños yendo más allá de lo que perciben sus ojos a simple vista.
Busca, a través de la observación de la geología, la conexión con la naturaleza, las claves del desarrollo de nuestra historia y cultura, el conocimiento de fenómenos científicos que guardan relación con muchos de los problemas que nos afectan en la actualidad y finalmente dejar volar su imaginación y disfrutar.
¿Qué es el turismo sostenible para Delia Rodríguez-Oroz?
Para mí, el turismo sostenible es un turismo de equilibrio metaestable que transita en la búsqueda de “el bien”, entendido este como medioambiente, economía, cultura y sociedad.
Creo que la sostenibilidad como tal no es sostenible pues mantiene una actitud estática y pasiva que busca minimizar los daños.
Quiero decir con esto que con sostener no es suficiente, los tiempos cambian, el clima cambia y la sociedad también y debemos activar el turismo buscando recuperar y rehabilitar para otros usos aquellos recursos, ecosistemas o paisajes degradados y maximizar el beneficio mejorando los valores ecológicos, científicos, culturales y productivos de nuestro entorno.
Para ello es necesario que se trabaje de forma transversal en los territorios promoviendo planes conjuntos con una visión innovadora, largoplacista, ecosistémica y holística que involucre a los ciudadanos, los turistas, el sector turístico privado y las administraciones.
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