Gersón Beltrán: nuestro objetivo es mejorar la experiencia del visitante a través de la tecnología y el conocimiento del mismo por parte del destino, a través de los datos inteligentes.
Geógrafo en Play&go experience | España
Geógrafo y Doctor en Desarrollo Local y Territorio por la Universidad de Valencia (España) y Diploma de Postgrado Internacional a Distancia en Sistemas de Información Geográfica (UNIGIS) por la Universitat de Girona.
Trabaja como responsable de marketing y datos de Play&go experience, empresa que desarrolla experiencias digitales gamificadas y plataformas de datos inteligentes.
Es profesor en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en el Dpto. de Formación de la Diputación de Alicante y en diversos Másters como el de Desarrollo Local e Innovación Territorial de la Universitat d’Alacant (Deleite).
Conferenciante TEDx, investigador y divulgador en el ámbito de la tecnología geoespacial, siendo autor de diez libros y coautor de la trilogía “Geografía en red: de la reflexión a la acción”, así como cientos de artículos sobre geotecnología, geolocalización, geografía, geomarketing, mapas, datos, gamificación y turismo.
Miembro del Colegio Profesional de Geógrafos, así como de diferentes redes internacionales. Evaluador en revistas relacionadas con la geomática, así como del consejo editorial y de redacción de otras.
Pertenece al SGT de Geocodificación, creado por la Comisión Especializada de Normas Geográficas del Consejo Superior Geográfico (Sistema Cartográfico Nacional de España).
¿Qué es un destino inteligente?
Bueno, hay una definición de Segittur «El Destino Turístico Inteligente se define como un destino turístico innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia, que garantiza el desarrollo sostenible del territorio turístico, accesible para todos, facilitando la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementando la calidad de su experiencia en el destino y la mejora de la calidad de vida del residente».
Para mí es más sencillo, es geografía, el desarrollo equilibrado entre el ser humano y el medioambiente que le rodea, sólo que usando la tecnología como herramienta.
¿Qué es la gamificación y cuál es la propuesta de vuestra empresa para el sector turístico?
La gamificación es el uso de dinámicas de juego en entornos serios, es decir, desde pequeños nos gusta jugar y está demostrado que el juego es uno de los mayores motivadores que hay, porque estimula tanto aspectos intrínsecos y emocionales, como la competición, al igual que lo hace con aspectos extrínsecos y racionales, como es el ganar premios o recompensas.
En play&go experience nuestro objetivo es mejorar la experiencia del visitante a través de la tecnología (gamificación, geolocalización, realidad aumentada y virtual) y el conocimiento del mismo por parte del destino, a través de los datos inteligentes.
De este modo el visitante conectado se convierte en un nodo de comunicación que recibe información relevante y segmentada por parte del destino y emite información anonimizada y agregada hacia el destino, generando un sistema interconectado donde ambos ganan.
¿Cómo sería la experiencia turística ideal?
Siento responder esto, pero no existe la experiencia turística ideal, ya que el turismo surge de la relación del visitante con el destino y, al igual que el paisaje, no es algo objetivo, sino que depende de la subjetividad del que lo observa y lo vive.
Por tanto, cada experiencia es única e, incluso, variable en el tiempo (un mismo lugar puede implicar dos experiencias distintas en función del momento vital de esa persona).
Por eso, nuestro objetivo es interferir lo menos posible entre el visitante y el destino. Éste se geolocaliza en el destino y, a través de su dispositivo móvil, que es personal, dispone de la información necesaria para vivir su propia experiencia, a través de su segmentación en perfiles (familiar/adulto), de la selección de experiencias y de que quiera simplemente obtener información de los Puntos de Interés o bien interactuar con ellos a través de la gamificación y la realidad aumentada.
Si me preguntas a nivel personal, la experiencia turística ideal es la que te enseña, la que te hace crecer como persona tras vivirla.
Como profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ¿qué asignaturas impartes en la misma y cuáles son los objetivos de las mismas?
Como profesor colaborador imparto asignaturas relacionadas con el turismo y la tecnología: «Tecnologías móviles y nuevos canales» y «Gestión de Sistemas de información en turismo» en el Máster Universitario de Turismo Sostenible y TIC; así como «Temas actuales de turismo» en el Grado de Turismo.
Los objetivos son similares, pero cada una pone el foco en un aspecto, pero todo gira en torno a la comprensión de cómo es el nuevo turismo y el uso de la tecnología y los sistemas de información de una forma sostenible.
¿Cómo crees que la preparación actual del alumnado en temas de turismo sostenible puede ayudar, en futuras crisis sanitarias, a disminuir el impacto negativo en los profesionales?
Es la clave de todo, el conocimiento y el contexto son los dos elementos esenciales: saber qué ha sucedido en el pasado, conocer la realidad presente y, gracias a la tecnología, acercarse al futuro para predecir qué puede suceder y, por tanto, reducir la incertidumbre.
Todo ello en un contexto de lo que llamo, junto a mi compañero de publicaciones, Jorge del Río, «Geografía en red», un sistema abierto donde la tecnología se alimenta de datos (inputs) y genera comunicación (outputs). El impacto sólo se disminuye mediante el aprendizaje contínuo y esa es la base de la educación, no dejar nunca de hacerse preguntas y de aprender.
Desde tu punto de vista, ¿supone el turismo sostenible una oportunidad para el desarrollo rural?
Es mucho más que eso, el turismo sostenible es la única forma de desarrollo rural (siempre ciñéndonos al ámbito de la actividad turística, desde luego hay muchas más formas de desarrollo a través de otras actividades económicas).
El ámbito rural es el que ha vivido siempre de acuerdo a las leyes de la naturaleza, entendiéndola y respetándola, ya que sin el recurso natural no podía avanzar ni desarrollarse.
Los urbanitas hablan de mindfulness, los paseos por el campo de toda la vida dejando la mente en blanco; de movilidad sostenible, las bicicletas y los burros del mundo rural; de productos kilómetro cero, la huerta del vecino; de la economía 360 y el reciclaje, el abono de los campos y los remiendos de las abuelas; de los platos de cuchara en restaurantes de estrella michelín, el plato de legumbres de toda la vida; etc etc.
El turismo sostenible no es más que respetar eso y visitar el mundo rural con humildad y respeto, porque gracias a ellos comemos y tenemos recursos naturales.
Otra cosa es la realidad, que en muchos casos el turismo sostenible se ha convertido en un «comodity», en una marca totalmente prostituida y desprovista de valores, de una herramienta de marketing mal entendida.
Y, sobre todo, el querer vender el turismo sostenible como la panacea, que no lo es, es una actividad más que puede complementarse con otras, pero nunca evaluándola en los mismos términos de productividad y rentabilidad que el turismo urbano o de sol y playa.
¿Cómo puede la digitalización contribuir a la sostenibilidad de un destino turístico?
Con mucho cuidado. Es decir, volvemos a los cantos de sirena y la creación de necesidades del sistema. La digitalización ofrece grandes oportunidades para mejorar la sostenibilidad de un destino turístico, pero siempre que se haga poniendo en el centro a las personas y con una perspectiva humanista y holística.
Si un sensor en un contenedor sirve para optimizar la recogida de residuos y ahorrar dinero al municipio, adelante; si un dron permite rescatar a montañeros, adelante; si una aplicación móvil lleva al turista a descubrir el mejor sitio para ver atardecer, adelante; soluciones concretas a problemas concretos.
Si metemos una plataforma inteligente con una subvención en un municipio rural donde no hay casi cobertura y gente mayor, hecha por una gran empresa con mentalidad urbana y tecnológica, que además nadie va a usar porque requiere cualificación, no me sirve, mejor gastar ese dinero en facilitar transporte para que los más jóvenes puedan visitar a los mayores y decirle al mundo que ese sitio vale la pena y hay que conservarlo. O vender a través de Internet productos de proximidad dando a conocer el destino, es decir, inspirando y motivando para ir.
La digitalización es una excusa para invertir muchísimo dinero y de forma fragmentada, sin una estrategia detrás ni una formación imprescindible para que sea realmente útil. No se trata de tecnología, sino de cultura. Haciendo un paralelismo a la famosa frase de Dave Ramsey “Digitalizamos cosas que no necesitamos, con dinero que no tenemos, para impresionar a gente a la que no le importamos”.
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